Nos enfrentamos a profundos trastornos económicos, sociales y políticos causados en particular por los desafíos ecológicos en los que el cambio climático es sin duda el mayor. La pandemia que actualmente determina nuestras condiciones de trabajo y de vida agrava la crisis y aumenta también las grandes desigualdades sociales ya existentes. El agotamiento de los recursos naturales y los desastres ecológicos son una realidad creada por el hombre y puede ser ajustada por las acciones de los seres humanos. Esto requiere, sin embargo, un cambio radical en la política.
Las causas de la catástrofe climática están vinculadas al sistema capitalista de producción orientado al lucro en general y a la política neoliberal en particular. Nuestra forma de producir debe ser cuestionada. Se necesita una reducción drástica del CO2. Ahora es evidente que una producción basada en energías fósiles ya no tiene futuro. Pero no sólo necesitamos otra política energética. Tenemos que repensar y cambiar todo nuestro sistema de producción.
El concepto de transformación socio ecológica, o Green New Deal, es una respuesta a este requisito y es un componente clave de la estrategia política de la Izquierda Europea. Casi todo el mundo habla de la necesidad de lanzar un Green New Deal, pero hay conceptos muy diferentes. La Comisión Europea, por ejemplo, ha puesto en marcha un “European Green Deal” destinado a lograr que la Unión Europea sea climáticamente neutral para 2050. Los componentes clave de este acuerdo incluyen la inversión en tecnologías respetuosas con el medio ambiente, la descarbonización de la energía, la renovación energética de los edificios y un transporte público y privado más limpio y saludable. La UE en su conjunto debería orientarse hacia una economía verde. El Green Deal de la Comisión Europea es sin duda un punto de referencia, pero sigue siendo, con mucho, ineficiente para abordar las tareas candentes del cambio climático y mitigar la pérdida de biodiversidad.
La izquierda en el Parlamento Europeo (Gue/Ngl) también ha desarrollado una propuesta tangible basada en el Acuerdo de París, que se esfuerza por limitar el calentamiento global a 1,5 °C (“Hacia un nuevo pacto verde y social para Europa”). Pide un cambio en la política energética con la expansión de las energías renovables, una política agrícola respetuosa con el medio ambiente, una reducción masiva de las emisiones y una política industrial y económica totalmente basada en la sostenibilidad. La propuesta se centra principalmente en la protección de los trabajadores y los trabajadores y en la mejora de las condiciones de trabajo y de vida. El Green Deal también se considera una oportunidad para un comercio internacional justo y equitativo. Pide un cambio fundamental en la política por el que las personas y la sostenibilidad tienen prioridad sobre el beneficio.
El Partido Laborista del Reino Unido probablemente ha presentado el concepto más desarrollado para un Green New Deal. El Manifiesto 2019 del Partido Laborista pidió una revolución industrial verde para crear un millón de empleos en el Reino Unido. La industria, la energía, el transporte, la agricultura e incluso el sector de la construcción se transformarían para alinear la producción con la naturaleza. Las emisiones se reducirían significativamente para 2030. La economía se reformaría para servir a los intereses de muchos, no de unos pocos. El concepto de inversión en una transformación ecológica plantea la cuestión de la propiedad. Las necesidades de la población y la preservación del planeta, no las ganancias, serían los principales indicadores de desempeño. Sobre todo, el concepto considera que la energía y el agua son bienes públicos accesibles para todos. Los bienes públicos deben utilizarse para garantizar el trabajo decente y la igualdad de derechos para todos.
Para la izquierda, la combinación de las necesidades ecológicas y sociales es crucial. No hay duda de que una revolución industrial verde, como lo llama el Manifiesto del Labour Party, es necesaria. Pero igualmente, los trabajadores afectados por estos cambios deben ser protegidos. La “transición justa”, promovida por la Ituc, es un concepto que combina la transformación ecológica con la protección social y tiene por objeto garantizar que una economía verde pueda proporcionar trabajo decente. Los trabajadores y los ciudadanos no sólo deben ver sus derechos fortalecidos en este proceso de transformación, sino que también deben participar directamente. Su participación directa es indispensable para un Green New Deal de izquierda. Desde una perspectiva de izquierda, por lo tanto, la conexión del Green New Deal con la democracia económica es primordial. Esto también lo distingue de otros conceptos.
Un Green New Deal de izquierda debe ir de la mano con la expansión de los derechos de los trabajadores. Esto puede vincularse al pilar de los derechos sociales adoptado por la Comisión Europea. En la Cumbre Social de mayo en Oporto se adoptó un plan de acción para aplicar este pilar de los derechos sociales, que, sin embargo, no es muy ambicioso. La Etuc, apoyada también por la Trade Unionists Network Europe (Tune), exige un “protocolo social” vinculante como parte de los Tratados europeos.
Un Green New Deal de Izquierda debe entenderse como un concepto de transformación integral que combina las exigencias ecológicas y sociales y asegura la participación directa de los propios trabajadores. Rompe con la política neoliberal europea del Green Deal y va más allá de los límites del desarrollo capitalista.
Combatir el cambio climático es un gran desafío que la izquierda debe enfrentar. El Green New Deal debe convertirse en un punto focal de cooperación con otras fuerzas de izquierda y progresistas, especialmente movimientos como “Fridays For Future” y, sobre todo, los sindicatos.
Heinz Bierbaum es presidente del Partido de la Izquierda Europea. Es sociólogo y economista.